Pese a que la pandemia sigue haciendo de las suyas, y todo lo que lleva arrasado de vidas, dolor en familias y disgustos, o en muchos casos todo quedo en un simple resfriado o susto, los ladrones siguen asechando, siguen como propia enfermedad desde tiempos inmemoriales, les de igual ponerse o no la mascarilla, y no ser ya para ellos mismos un propio riesgo sino también para los demás...no nos dejemos influenciar¡¡¡, al igual que el ladrón es pecador en su maestría de apropiarse de lo ajeno, nosotros también somos pecadores en otros ámbitos, sin embargo, pese a la crisis económica que empezó a azotarnos en 2008 hasta nuestros días, hasta aquellos que no le hace falta nada...siguen siendo ladrones. Como el dicho dice, ‘’hay de todo en la viña del señor’’ y al igual que el ladrón, también existen los Dimas y Gestas.
La mirada del temor cuando se es atrapado ante la mentira; la mirada sorprendida de aqueja caja de pandora que es abierta cuando la verdad reluce, aunque esta realidad duela; las manos atadas sin salida alguna, porque la verdad a consumado solo un camino, el de hecho ocurrido, sin inventar...
Como seres humanos siendo y sin ser religiosos, existen ceños de cejas altas arrepentidas, con boca abierta implorando el perdón con cabeza agachada y también alzada, buscando el consuelo ante el callejón sin salida.
Puede aparecer una sonrisa, como si a broma se tratase, de seguir en razón en sus cabales o de ‘’me pillaste’’, que vergüenza madre mía¡...y tocara vivir con la carga de la cruz para solucionar aquellos que hemos destruido o dañado.
La vergüenza inunda el alma de aquellos que no son tan malas personas, pero no descansan hasta solucionar los daños, y son valientes de tirar para adelante; quedan como desnudos, sin mirar a la cara al que ha sido dañado, y aunque sigan amarrados a la propia mentira o fallo, siguen con la cabeza firme, vuelta, sin hacer caso, siendo el pasotismo el mejor de sus hallazgos...
Esos que se creen dueños del mundo, aquellos que, con sus pies levantados, les da igual pisotear para alzarse ante los demás, aunque estés al lado. Dicen que hincan las rodillas en tierra, y en su miserable vida la han doblado, dándosela de héroes, y sin heridas en las manos.
Un beso para todo el que se arrepiente, y reconoce sus fallos, porque al igual que los dos ladrones que junto a Cristo crucificaron, la humanidad pecadora se ve reflejada en ellos, unos están intentando ser mejor persona cada día, y otros, tarde o temprano, los cuervos sacaran sus ojos...
Sin querer y queriendo, nos guste o no, sea en el ámbito que sea, hay dos caminos en esta difícil vida...un sendero se llama Dimas, y el otro Gestas.
