UN PALIO DE AMOR

Moisés Viretti. Aún recuerdo el olor a ramas de olivo de un misterio inolvidable que vivía en mi mente junto a San Marcos; pero en la lejanía, ella, nos contemplaba a todos en el buen hacer de una penitencia que se aproximaba como preludio a un dolor de viernes agonizante ante la pasión de su hijo. Contemplaba a mi hermano haciéndole el reportaje bajo su palio, y yo, como fiel mariano, quitaba la mirada por el ansío respeto que sus ojos me proyectaban. Me atraían, me enamoraban, me llamaban para hacer el bien pero mi alma recogía un escalofrío que jamás contaba, por que estar tan cerca de ella, mi ser no era digno ante tanta belleza celestial.

La venia de la Hermandad la tenía para contemplarla desde cerca, y aunque los hermanos priostes, acólitos e imaginero me animaban, mis pies eran controlados por mi alma por ese grandioso respeto para subir a la primera escalera. Lo siento Madre, no pude y no sabre si el día de mañana mi alma me dejará, pero si he podido contemplar a través del reportaje el magnifico balcón glorioso de tu palio; el olor a cera fundida, a jarra limpia esperando sus flores, a toca de sobremanto estrenada y corona de Reina en cruz alzada que fijamente mira una bella replica; replica Macarena como madrina tuya....contemplas el horizonte y apenas pierdes la visión por tu hijo por que las ramas de olivo te lo tapan; y ahora el llamador aguarda para la primera levanta, una levanta al cielo que solo se vive junto a ti en un palio de amor..

''A Jesús Colmenar''