El Sol del Domingo de Ramos

 

Sol del Domingo de Ramos... Moisés Viretti Fernández 

Tus ojos vieron nacer, crecer, casarse y morir a muchos de los de mi casta...quien me diría a mí que siendo tan joven cuando mis notas musicales te tocaban hace años junto a Enrique García, mi propia sangre, mi familia desde hace más de siglo y medio ya te conocía. De la calle Duque Cornejo a Sorda, de Macasta a Duque de Montemar, de los Viretti a los Jordán, o incluso aquel guardia municipal que de Ponce tenía por apellido y vivía justo en tu Plaza de San Julián.  

Azul, plata y verdadera dinastía corren por las venas de un sentimiento incalculable, y más, cuando te contempla Sevilla tan guapa, que hasta tu hermana Macarena, te manda besos desde la torre más alta, ...que Reina más hermosa existe en San Julián, y del Ayuntamiento Patrona, en el que todo alcalde o concejal debe venerar... 

El azahar quiere ser bordado de tu manto y así junto a ti llorar, con mirada baja, atenta a lo que otros dirán, no existiría un Domingo de Ramos sin ti, cruz alzada en la buena muerte de tu hijo, que a muchos poderosos de la época hizo sospechar; y ahora mi pregunta es...¿cómo puede estar tan guapa, aunque la vea llorar?... 

Añoranzas de juventud musical, azul marino de un uniforme que quedó para la historia, malos recuerdos también, cuando en peores tiempos no se escuchó ni se dio una oportunidad a los que malas rachas pasaban; pero tu, Madre mía, en el corazón de los que no son pocos sigues estando, aunque el alma sea comida por el odio y el coraje...aunque solo te vea en tu iglesia, aun puedo sentir el calor de la tarde, en aquel patio de albero que existía en tu parroquia, a la espera de la levanta hacia tu hijo, para que sonara ‘’Hiniesta’’ de Peralto, como cada año tradicionalmente. 

Mi hermano me llevaba junto a él, y mi hermana con atuendo de nazarena; que Domingos de Ramos más añorados, junto a mi gente, mi familia, sin saber que desde siempre ha sido la cofradía de mis queridos antepasados cuando llegaron a Sevilla..., aunque el sol saliera temprano, parecía nuevamente amanecer, cuando tu palio salía por la puerta oval a son de los compases que hiciera Farfán.  

Sol de Domingo de Ramos y Estrella Sublime de los cielos primaverales.