Parecía diferente, pero casi no lo era...las miradas lo decían todo, y aunque algún arrepentido humano interior se proclamaba al dar conversación, el afectado en su día, por educación y ser cristiano, hacia oídos sordos al pasado.
La mirada del ‘'moreno’’ lo decía todo,' aquí estoy con mis mejores galas y preparativos para perdonar todo’’...su sombra de poder en los muros sagrados hacía eco del respeto máximo ante las diferencias de unos, otros, y por qué no decirlo, la igualdad que parecía existir para dar ejemplo, ante aquel que va a ser crucificado.
Entre tanta oscuridad, la luz era el, y como verdaderos devotos, le acompañábamos, para demostrar el amor que un padre, hijo o hermano, jamás esta solo...las notas musicales bailaban al son del mover de su túnica, y pese al frio, el latido de su corazón inundaba todo el barrio. La cera lloraba su caminar mientras callaba el lirio tronchado, anuncio de la Semana previa con una meditación hecha canela y clavo; Jesús de Nazaret, el Dios de Pino Montano hizo el amor y el callado, con sus hijos, con los vecinos, con aquellos que lo acompañaron; niños y mayores, señalaron al descalzo, y los lirios seguían creciendo, como si quisieran ser sus zapatos.
Capa pluvial de prelado para vía crucis, en las benditas manos de su párroco, verdadero ejemplo de una iglesia viva después de tantos años...¡otro año mas amigo mío¡, ¡nunca cambies y sigue luchando¡, que aunque tu cuerpo te falle, tus amigos te seguiremos apoyando.
Jesús camina por calles de nuestra Sevilla cofrade, y andaremos siempre pensando y pensando, lo que el futuro nos traiga, por que aquello que hayamos sembrado, será lo que en no mucho tiempo debemos recoger, para no ser ignorados, ...la cosecha podrá ser mala o buena, hagamos entre todos un verdadero huerto de amor, en el que el Hijo de Dios se vea como verdadero brasero recolector del mejor trigo del mundo...
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