Refúgiame

Moisés Viretti. Ya huele a Miércoles Santo sevillano, las campanas de la Parroquia de San Bernardo pregonan a los cuatro vientos que la Salud que Cristo repartirá esta cerca, aunque este esté crucificado; ya se acerca el palio bordado de grana y oro que todos los toreros ansían, por que en el se encuentra el Refugio de los mas necesitados; Refugio para todos, Refugio que nos guarda bajo su bendito manto entre varales y candelabros de guardabrisas custodiados por pequeños querubines que del cielo han bajado.

Tú, Reina de San Bernardo, haces que el día se vuelva santo entre azahares, capirotes y verdes naranjos entre el gentío cofrade y cristiano que envuelve tu barrio. Manos doloridas con tanto sufrimiento, portas el Santo Rosario, que haces que todos se arrodillen ante tu paso, movidos por la fé, devoción y cariño de tan espectacular escenario.

Ahora preludias el día grande con tu solemne besamanos, bajas de los cielos con sentimiento como saeta en quebranto para estar con tus hijos que tanto te quieren, y aquellos que ya se fueron y ahora te acompañan, te siguen amando y alabando. Suena el Refugio de María, que hasta el mismo Manuel López Farfán acabó sus ultimas notas llorando, que a son de compases el costalero te mece con todo el arte y el amigo capataz Villanueva toca el llamador, haciendo nido de amor a la Madre de Dios pregonando.

Ante tiempos aciagos que me toca vivir en el futuro, rezo a Dios un Padre nuestro, y a ti un Ave María; Madre de todos los hombres, Refúgiame…

‘’A mi Virgen del Refugio, que tantos años he rezado con mi música``